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La Santantonà

Ubicación

Forcall

Fecha

13-15 ene

Popular

Todo comienza por la mañana. Unos cuantos miembros de la Santantonà permanecen en la plaza. La primera tarea es elegir el mayo, carpintear su cepa y añadir travesaños. Más tarde, se incorpora la capolleta, parte superior de un pino que se añade al mayo con una traca. También se esparce tierra para no dañar el suelo de la plaza y se quita la tierra del agujero donde se introducirá el mayo más tarde.


Otros integrantes de la Santantonà acuden al bosque. Con la ayuda de tractores, bajan las ramas que vestirán la barraca por la tarde. En la antigüedad, los masoveros contribuían con dos cargas de leña.


Una vez completadas estas tareas, los miembros de la Santantonà comen juntos para estar listos a las 12:45 en la plaza. Todo se deja preparado para plantar el mayo a la una en punto (las doce horas solares).

 

La plaza es un hervidero de gente: mayores y niños, forcallanos y visitantes, personas por todos lados. Aparatos fotográficos de todos los tamaños buscan captar la mejor imagen. Los niños y niñas salen antes de tiempo del colegio para agarrar la cuerda y levantar el mayo.


Las campanas de la iglesia tocan una oración. Suenan los cuartos en el reloj de la fachada del Ayuntamiento. El silencio denota que algo importante está a punto de suceder. Una campanada clara y potente se oye en el ágora forcallana. En ese preciso instante, se escucha una voz potente: "¡Aaaamunt el mayo!" Las cuerdas se tensan y empieza a levantarse el mayo. Cuando el mayo alcanza la posición correcta, la multitud reunida en la Plaza Mayor inicia un breve e intenso aplauso. Poco a poco, el público se disipa para comer y prepararse para la tarde y la noche.


En las horas posteriores, se introducen las costillas, un proceso lento y pesado. También se clavan ramas de roble a una altura de dos metros como forjado para rematar la barraca.


El siguiente paso es el más largo: dejar las ramas lo más homogéneas y apretadas posible. Las costillas deben quedar ocultas y la estructura cónica debe ser regular.


Primero, se emplean grandes ramas de carrasca, enebro y pino. Luego, se trabaja con ramas más pequeñas para que el recubrimiento sea casi perfecto. En la parte inferior, se dejan dos aperturas: una hacia el norte, de entrada, y otra hacia el sur, de salida.


Una vez rematada la barraca y recogida la leña, esta cueva natural y efímera está lista para la Santantonà.

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