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La Semana Santa de Orihuela

Ubicación

Orihuela

Fecha

2-9 abr

Religiosa

Los niños han dejado de correr por la calle y ocupan las sillas. Entre las manos llevan una bolsa vacía pero llena de ilusiones que esperan llenar de caramelos. Los rodea el sonido sordo de los tambores que, como en un diálogo, callan un momento. Se siente la voz grave de una bocina dos veces y, después de un instante de silencio, surge de un corro de túnicas y "capirots" el agudo y brillante sonido de los clarines interpretando "los puntos". Un redoble de tambores nos acerca esta vez al sonido más entrañable, íntimo y representativo de la Semana Santa. Es la voz dulce de las bocinas gemelas, un toque denominado los “carricos” que cualquier oriolano sabe tararear.


Ya está aquí la convocatoria!


Así se abre el abanico de sensaciones y emociones que ofrece la Semana Santa de Orihuela. Aquí se recorrerán las calles de nuestra historia, aquella de una ciudad milenaria, universitaria, capital de diócesis desde el 1564 y ciudad de una religiosidad arraigada que nos transportará en la segunda mitad del siglo XVI, cuando aparecieron las primeras referencias de la Semana Santa actual, surgida entre los muros de la Capilla de Loreto.


Las calles antiguas y plazas salpicadas de torres rejuvenecidas y adaptadas a nuestros tiempos, entre palacios y casas señoriales que han resistido el paso de los años, agudizan los sentidos y dejan boquiabiertos a aquellos que los recorren.


El aire fresco de las noches de primavera llevará el perfume de la "tarongina" mezclado con el de incienso, el de la huerta próxima, el de las monas de la Horno del Obispo. También nos invadirá una combinación de delicados aromas procedentes del Santuario de la Virgen María de Montserrat, donde se detienen la mayoría de los pasos que escenifican la Pasión de Jesús en las calles durante la procesión general de Viernes Santo.



Antes, las catorce cofradías, hermandades y mayordomías que integran esta Semana Santa, única y singular, harán sus desfiles procesionales: las Mayordomías de la Orden Franciscana Seglar y de Dolores; las Cofradías de la Flagelación, la Samaritana, la Ecce Homo, el Perdón, la Cena, y lo Lavatori; las Hermandades de Cristo de Zalamea, la Detención, el Silencio, la Buena Muerte, y la Sociedad “Compañía de Armados”. La ciudad ofrece cada día diferentes colores, matices y devociones que reflejan la diversidad de un acontecimiento que los oriolanos rememoran cada primavera.


El Sábado Santo por la tarde tiene lugar la procesión del Santo Entierro de Cristo, organizada exclusivamente por el Excmo. Ayuntamiento y presidida por el "Caballero Cubierto", quien, por ancestral privilegio del papa Pablo V, pasa por el interior de la catedral cubierto con un sombrero de copa. Al séquito desfila La Cruz de los campesinos, denominada "la Diablesa" y catalogada como el más original de los pasos procesionales.


Finalmente, de madrugada del Domingo de Resurrección, la Hermandad de la Resurrección anuncia la buena nueva que Cristo ha resucitado.


Después de la misa, hay un desfile donde se sueltan globo, se disparan fuegos artificiales y los niños reparten monas con chocolate.

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