Fiesta de los Nanos

La fiesta se celebra a mitad de la Cuaresma, 21 días después del Miércoles de Ceniza. En principio, parece que esta fiesta no tiene ninguna relación directa con el ciclo agrario, la siembra y la cosecha, como pueden ser otras fiestas de la primavera o de agosto o septiembre. Sin embargo, es bueno recordar que la mayoría de fiestas que celebramos tienen su origen en el Neolítico y son, por lo tanto, de vinculación agraria.

"La fiesta de los Nanos" tiene como característica destacada el hecho que no ha estado todavía comercializada ni jerarquizada de ninguna forma, puesto que las personas que participan activamente han mostrado siempre una gran responsabilidad y un absoluto desinterés hacia los premios o las distinciones, que siempre han rechazado. Antes, la función que cumplía era la de criticar, advertir o manifestar una revancha. Era la única forma de expresión pública de que se disponía a lo largo del año para criticar a los jefes, a las autoridades o a quienes fueran sin peligro a las posibles consecuencias. El hecho es que se puede constatar que nunca ha habido ningún tipo de represalia por este motivo.

Un cambio importante y más actual ha sido la influencia de la televisión, que ha desvirtuado, en parte, el sentido primigenio de la fiesta, puesto que ha aportado una temática foránea a la problemática real del pueblo. En todo caso, con la colaboración del Ayuntamiento y de diferentes asociaciones y entidades, a través de varias actividades previas en el "Día de los Nanos", como por ejemplo el Taller de Nanos o la "Dansà dels Nanos", se pretende que la fiesta se perpetúe y se transmita a las generaciones de jóvenes que son los que la tienen que continuar.